Movilización por presupuesto para Plan Nacional de Agroecología

 Presupuesto para el Plan Nacional de #Agroecología.

 Lunes 16 de noviembre, de 15 a 18 horas en Plaza Independencia de Montevideo, frente a Presidencia de la República.

 Convocamos a todas las organizaciones, productoras/es, huerteras/os y demás personas que promueven un cambio en la matriz productiva de nuestro territorio, para fortalecer la vuelta al campo y la transición hacia la agroecología.

 Estaremos compartiendo semillas nativas y criollas, verduras agroecológicas, plantines, herramientas, artesanías, para mostrar que estamos presentes. ¡No más demora, Agroecología Ahora!

Las verduras serán donadas a ollas populares.

 Porque una Ley sin Presupuesto es como una semilla sin agua.

¿Por qué debe incluirse una inversión presupuestal al Plan Nacional de Agroecología?

Como consumidorxs organizadxs, nos preocupa que no haya recursos destinados en el Presupuesto Nacional 2021-2024 al fomento de la producción y distribución de alimentos agroecológicos. Consideramos que en un contexto de crisis económica y sanitaria global, es urgente defender nuestra soberanía alimentaria. Es por tanto clave destinar recursos del Estado al fomento de formas de producción como la agroecología que garanticen la producción, procesamiento y distribución de alimentos a nivel local. 

En 2018, se declaró de interés nacional la promoción de la agroecología y la agricultura orgánica. Durante el año 2019, la Comisión Honoraria Nacional realizó un trabajo horizontal, con participación de organizaciones sociales, expertos y organismos del estado, para el desarrollo de un plan integral para fomentar sistemas de producción, distribución y consumo de base agroecológica. En el contexto actual en que se discute el presupuesto nacional destinar fondos a la implementación del Plan Nacional para la promoción de la Agroecología implica invertir en nuestra salud, trabajo y cultura. Este Plan Nacional da un necesario incentivo a las comunidades rurales y pequeños emprendimientos familiares, que utilizan formas de producción adaptadas al territorio, que conservan la salud del ambiente, y producen alimentos con alto valor nutritivo para asegurar la salud humana. El modelo de producción agroecológica contribuye a mejorar la salud humana ya que el modo de producción y los alimentos que se producen son inocuos. 

El modelo de producción convencional usa como insumos a diversos plaguicidas sintéticos que afectan la salud de los trabajadorxs, a quienes viven cerca de las plantaciones y hasta la de lxs consumidores finales, ya que los efectos tóxicos de estos insumos se trasladan rápidamente a través del aire y agua y quedan remanentes en los alimentos. Existe creciente evidencia científica sobre los impactos de estos compuestos químicos en la salud humana, que van desde efectos agudos y crónicos, afectando diversos sistemas orgánicos (endócrino, respiratorio, reproductivo, entre otros) y por ende promoviendo la aparición de enfermedades crónicas no transmisibles, por ej. cáncer (Nicolopoulou-Stamati, Sotirios,Kotampasi, Stamatis, Hens, 2016; Roberts & Karr, 2012). 

Tener acceso a alimentos inocuos y de alto nivel nutritivo contribuye a mejorar la salud de la población y garantiza su derecho a la alimentación. La población en Uruguay no tiene acceso a los alimentos que necesitaría para tener una vida saludable. De acuerdo a Gómez (2019), en nuestro país solo se produce un 50% del mínimo recomendado de las frutas y hortalizas necesarias para dicho consumo saludable. En un contexto de crisis sanitaria, con altos niveles prevalentes de obesidad y diabetes en la población, el acceso a frutas y verduras inocuas es de suma importancia para asegurar la salud de la población. 

En tiempos de crisis sanitaria garantizar la seguridad alimentaria y nutricional de la población es una inversión social para tener una población más fuerte y sana. Producir alimentos de calidad que permitan alimentar a la población sin depender de otros mercados contribuye a alcanzar soberanía alimentaria respondiendo a la inestabilidad económica global y generando acceso a la alimentación para toda la población.

 Además, la agroecología contribuye a la salud del planeta, pues contribuye a la lucha contra el cambio climático y la salud de nuestro ambiente. Si queremos doblegar el cambio climático tenemos que reducir el uso de fertilizantes sintéticos, y las emisiones por el transporte de alimentos producidos a distancia. Apostar a producir lo que comemos en lugares más cercanos, y producir utilizando insumos orgánicos, permite generar menos gases de efecto invernadero y reducir los costos de los alimentos. Apoyar modos de producción agroecológicos también permite proteger la calidad de los suelos. El modelo agroindustrial usa más energía, contamina el agua y cambia el uso de los suelos, lo cual afecta la biodiversidad. Estas alteraciones en los ciclos de nutrientes y el aumento de gases de efecto invernadero contribuyen al cambio climático. 

Apoyar el Plan Nacional de Agroecología genera también trabajo y tiene menor costo que la producción de monocultivos a gran escala. El mercado para alimentos orgánicos y artesanales a nivel local e internacional está creciendo y permite ofrecer productos de calidad de forma competitiva. Además, la creciente demanda a nivel local por productos ecológicos no está siendo satisfecha, por lo que muchos de estos consumidores no tienen opciones -y cuando existen son más caras- lo cual genera un acceso desigual a productos saludables y de alto valor nutritivo. El desafío es hacer que este tipo de alimento sea accesible a las poblaciones más vulneradas, ofreciendo programas en comedores escolares, hospitales, así como apoyando formas de consumo basadas en la economía social y solidaria. 

Exhortamos a nuestrxs representantes a destinar más recursos de nuestro presupuesto nacional al desarrollo de formas de producción agroecológicas que permitan garantizar nuestro derecho a una alimentación saludable, el apoyo a pequeños productores y familias rurales, además de conservar el ambiente, la cultura y garantizar un futuro para las próximas generaciones. Abogamos por el derecho a desarrollar formas de producción, consumo, y organización social alternativas en nuestro territorio basadas en la auto-sustentabilidad, autonomía y autodeterminación. 

Asociación Barrial de Consumo (ASOBACO)

Red de Agroecología y sus Regionales

Red de Semillas Nativas y Criollas

Red de Huertas Comunitarias

Mercado Popular de Subsistencia (MPS)

Consumidores organizados de la producción agroecológica (COPAU)

REDES Amigos de la Tierra

Slowfood

Comisión Nacional en Defensa del Agua y de la Vida

Asamblea por el Agua del Río Santa Lucía

Comisión por un Canelones Libre de Soja Transgénica y en Defensa del Agua

Sub-comisión de Medio Ambiente PIT-CNT

Grupo de trabajo por la implementación de la Ley de Residuos

Colectivo Ecofeminista Dafnias

Cotidiano Mujer

Movimiento por un Uruguay Sustentable (MOVUS)

Comisión Defensa de la Lagua del Cisne y el Arroyo Solís Chico

Maldonado por la Tierra y el Agua

Grupo Guayubira

Coordinación Nacional contra UPM

No al Tren de UPM

Jugando con la Naturaleza (JULANA)

Centro Uruguayo de Tecnologías Apropiadas (CEUTA)

Centro Latino Americano de Ecología Social (CLAES)

Conservación de Especies Nativas del Uruguay (COENDU)

BIO Uruguay (Batoví Instituto Orgánico)