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13 nov 2018

Cierre Mas Tecnología Agroecología-PRV Ovinos


“Manejo agroecológico y pastoreo racional de ovinos en predios de productores familiares de la región metropolitana”.

Jornada de Campo Cierre de Proyecto
+TECNOLOGÍAS PARA LA PRODUCCION FAMILIAR

Martes 27 de noviembre
hora 9:00


El presente proyecto culminando su ejecución, realizará dos jornadas de campo. La primera el 27 de noviembre, en la “Ecogranja Svealand”, predio integrante del Toronjil (Red Agroecológica del Uruguay) y la Sociedad de Fomento Rural Piedra del Toro (CNFR), predio ubicado en Montevideo rural. La segunda será realizada el 21 de noviembre, en el predio “Boomstein”, ubicado en la zona de Estación Margat (Canelones), integrante de la Sociedad de Fomento Rural Rincón de Velázquez (CNFR).
Para esta primer jornada se convoca a todo público interesado en la temática haciendo hincapié en que esta será la Jornada de cierre del proyecto y además una instancia ideal para los que aún no conocen el sistema de Pastoreo Racional Voisin (PRV) y las líneas de trabajo iniciadas se puedan interiorizar de las mismas.

14 ago 2018

Proyectos Más Tecnologías relacionados a pastoreo intensivo en predios familiares

Algunos de los Proyectos Más Tecnologías relacionados al PRV y/o a pastoreo intensivo en predios familiares. (en base a Boletines Más Tecnologías)

“Valoración Social y productiva del Pastoreo Racional Voisin en predios familiares”.

El tema cuenta con una demanda concreta desde los productores familiares y eso se refleja en su activa participación: aproximadamente 50 productores en la primera jornada abierta de organizaciones de Salto, Paysandú, Rivera, Lavalleja, Durazno, Florida, Rocha, Maldonado se hicieron presentes en el predio del Sr Juan Dutra, en Cuchilla de Laureles (Tacuarembó). Participaron asimismo técnicos de la Alianza del Pastizal, la DGDR, el SNAP y la recientemente constituida Asociación Uruguaya de Ganaderos del Pastizal.
El proyecto fue presentado por la Sociedad Fomento Rural Sexta Sección de Tacuarembó y cuenta con la participación del equipo técnico de Alianza del Pastizal.

  • El componente central está orientado a cuantificar y caracterizar las variables de resultado animal y vegetal que se logran bajo este sistema de manejo y el comportamiento sanitario del rodeo. 
  • El segundo componente está orientado a generar información objetiva sobre la carga de trabajo que implica la implementación de un PRV así como las capacidades que debe tener quienes lo gestionan. 
  • El tercer componente está enfocado a generar las bases y los vínculos necesarios para crear una organización de productores usuarios o simpatizantes del Pastoreo Racional Voisin.

"Investigación participativa en Campo Natural"

El proyecto propuesto desde la Sociedad de Fomento Rural Colonia Juan Gutiérrez en Paysandú, cuenta con la participación del Instituto Plan Agropecuario,  Facultad de Ciencias y Facultad de Agronomía de la Udelar, Instituto Nacional de Colonización y la Universidad de Buenos Aires. 
La propuesta aborda varios temas clave para el manejo de Campo Natural:
  • Evaluación de la respuesta a la fertilización de dos comunidades vegetales de pastizales nativos; esto permitirá eventualmente recurrir a pasturas naturales fertilizadas en lugar de verdeos implantados.
  • Comparación entre prototipos de cosechadoras de campo natural (batea y cepillo a través de tipo, peso, viabilidad y calidad de semillas de interés forrajero.); evaluación de momentos de cosechas (Batea, cepillo y heno).
  • Evaluación de efectividad en el control selectivo y estratégico de malezas. 

"Alternativas para promover un manejo sustentable del Campo Natural en sistemas ganaderos familiares de las Sierras del Este"

El proyecto tiene su base en la Sociedad de Fomento Rural de Ruta 109 ( Rocha y Maldonado) y cuenta con el apoyo de INIA y el Centro Universitario Regional Este de la UdelaR. 
  • Un primer componente del proyecto lo constituye la evaluación participativa de medidas de control de malezas sobre Campo Natural. El control de malezas se evaluará en 3 predios de productores socios de la organización, que combinan control a través del pastoreo con control mecánico y químico.
  • explorar medidas de manejo de áreas engramilladas para la restauración de campo natural. 
  • Un segundo componente implica la instalación de parcelas de multiplicación de Bromus auleticus, gramínea nativa de crecimiento invernal y gran aptitud forrajera. La multiplicación se realizará en 2 predios que combinan las mejores condiciones de interés y compromiso de los productores, y de aptitud agronómica para la instalación de los semilleros. En un predio se multiplicará el cv. "Potrillo” de FAGRO, mientras que en el predio restante el cv. "Tabobá" de INIA . Las parcelas son de entre 0,5 y 1 ha de superficie. El objetivo es generar volumen de semilla de Bromus auleticus, para favorecer su introducción en predios piloto en una etapa futura.
  • Incrementar el volumen de semilla de Bromus auleticus disponible para su multiplicación, para su introducción a campo junto con otras especies forrajeras nativas como Paspalum dilatatum. Evaluar mediante métodos sencillos y participativos, la respuesta del campo natural a la fertilización nitrogenada.


"Evaluación en red de módulos de Pastoreo Racional en Campo Natural: Profesor Juan C. Millot."

El proyecto es liderado por la Cooperativa Agraria Limitada de Aiguá (Maldonado) y cuenta con otras organizaciones socias: Cooperativa de la Quebrada de los Cuervos (Treinta y tres), El Fogón Cooperativa Agraria Ltda (Durazno) y la Asociación Rural de Reboledo (Florida). Como instituciones de investigación participan la Alianza del Pastizal y el Instituto Plan Agropecuario. 
Para levantar la restricción en el manejo de Campo Natural, el proyecto propone un esquema de módulos de 6 a 10 potreros, que tengan en cuenta la heterogeneidad vegetal existente, con una periodicidad de cambios de animales aproximadamente semanal y una intensificación moderada totalmente compatible con las posibilidades reales de adaptarlo a productores familiares. Esta cantidad de subdivisiones implican descansos de las pasturas de entre 40 y 60 días.

"Evaluación de nuevas tecnologías para el rubro ovino en Movimiento de la Juventud Agraria"

El proyecto liderado por el Movimiento de la Juventud Agraria, con el apoyo del Programa Nacional de Producción de Carne y Lana de INIA (Estación Experimental Las Brujas), abarcando jóvenes de Canelones, Florida y Maldonado.

La iniciativa apunta a evaluar nuevas herramientas tecnológicas para incrementar la cantidad y la velocidad de crecimiento de los corderos obtenidos, en condiciones intensivas de pequeña escala y utilizando razas prolíficas, en condiciones comerciales. 
  • Se trata de experimentar en investigación participativa y evaluando en forma conjunta, suplementación pre-ovulatoria (flushing corto) con concentrados proteicos + taninos con el objetivo de incrementar la tasa ovulatoria en biotipos maternales y prolíficos, 
  • la utilización parcial de cruzamientos terminales (Poll Dorset) y 
  • la utilización de una estrategias de creep feeding, adaptada en la práctica para las condiciones productivas de los productores de referencia (cordero pesado precoz). 
Otra innovación que se ha adicionado recientemente al proyecto es la utilización y evaluación de un software específico para la gestión de los establecimientos que participan de la experiencia; esta herramienta se ha puesto en marcha junto a la identificación electrónica de los ovinos mediante caravas visuales y bolos ruminales con microchip. 

"Uso del concepto de asignación forrajera en el manejo sustentable de un campo de recría sobre Campo Natural"

En conjunto entre la Liga de trabajo de Fraile Muerto (Cerro Largo) e INIA. Se plantea cómo idea central el ajuste continuo de la carga, potrero a potrero con un enfoque de manejo adaptativo, basado en la estimación periódica de la disponibilidad de forraje y en consecuencia la asignación de forraje en función del peso vivo de los animales en cada momento del año. 
La evaluación está centrada en el campo de recría del Instituto Nacional de Colonización gestionado por la Organización, por lo que la iniciativa también cuenta con el apoyo de esta institución.
  • Avanzando en la propuesta de manejo para utilizar el concepto de asignación de forraje en el campo de recría, se ha planificado la subdivisión del potrero de mayores dimensiones de modo de poder facilitar ajustes de cargas y asignaciones. 
  • Otra línea de trabajo es la evaluación del efecto de la arbustización (presencia de chircas) en la productividad de la pastura, para la cual se ha definido la metodología y será detallada en siguientes avances. 
  • Finalmente, se ha aplicado el índice de integridad ecosistémica (IIE) desarrollado por INIA para evaluar la situación ambiental inicial, recorriendo todos los potreros del establecimiento. Cabe recordar que este índice integra estados de especies, estructura, cursos de agua y suelos y brinda un valor en escala de 1 a 5 por potrero y un valor general para todo el predio. El IIE general fue de 3.97.

"Evaluación productiva y ambiental de estrategias de pastoreo no tradicional sobre campo natural en predios ganaderos familiares"

Presentado por  Asociación Uruguaya de Ganaderos del Pastizal (AUGAP), Liga Fomento Campamento Artiguista (LFCA - Tacuarembó). Participa  Alianza del Pastizal y Facultad de Agronomía (UdelaR); Instituto Plan Agropecuario (IPA), Centro Universitario de Tacuarembó (CUT- UDELAR) y Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SNAP).
TEMÁTICA: El proyecto apunta a evaluar cuantitativamente los cambios productivos, sociotécnicos y ambientales, ocurridos en predios que realizan estrategias de pastoreo no tradicionales y  compararlas con sus vecinos bajo pastoreo continuo tradicional. Para evaluar dichos cambios se compararán cuantitativamente los predios a través del tiempo (antes y después de su conversión al nuevo sistema de pastoreo) y con predios cercanos que continúan bajo pastoreo continuo tradicional.

"Validación de la cria de perros maremma a nivel de productores familiares con ovinos"


Presentado por la Sociedad de Fomento Rural e Industrial de Maldonado, Cooperativa el Fogón de Sarandí del YÍ (Durazno), Sociedad Fomento Colonia Porvenir (Paysandú).
ENTIDAD DE INVESTIGACIÓN: Secretariado Uruguayo de la Lana.
El proyecto tiene como objetivo validar la cría de perros Maremma a nivel de productores familiares con ovinos. Dado el buen resultado obtenido en la disminución de daño por diferentes predadores y la elevada demanda por cachorros, la iniciativa apunta a validar la cría a escala de la producción familiar como una fuente más de ingreso generada dentro de sus propios predios. El hecho de que se trate de productores familiares que vivan en el establecimiento, es una ventaja adicional ya que permite una dedicación específica a la atención en la cría de los Maremma con adecuada capacitación previa.

"Integración de la forestación en predios ganaderos y lecheros familiares: desafíos, potencialidades y herramientas para tomar decisiones"

ORGANIZACIÓN DE PRODUCTORES: Comisión Nacional de Fomento Rural (CNFR).
ENTIDAD DE INVESTIGACIÓN: Facultad de Agronomía (UdelaR): Departamento de Ciencias Sociales; Departamento de Sistemas Ambientales; Departamento de Biología Vegetal.

  • El primer componente profundizará la evaluación de los impactos de la integración de montes en sistemas ganaderos y lecheros familiares, extendiendo el plazo de monitoreo en las parcelas instaladas en tres predios durante la primera edición de Más Tecnologías. 
  • El segundo componente apunta a incluir nuevos casos de productores (y sus técnicos asesores y especialistas) que han incorporado forestaciones con diversos fines, en una secuencia de actividades de análisis y sistematización de las experiencias y sus resultados. El producto final de este componente será un documento con las principales recomendaciones orientadas a productores que deseen incorporar forestaciones en sus predios. 
  • El tercer componente consiste en relevar las especies presentes y explorar el comportamiento de especies forrajeras bajo dosel en parcelas demostrativas instaladas en el Centro Regional de Capacitación (Aiguá). Se trabajará con 3 especies promisorias: Paspalum notatum, Paspalum juergensii y Eryingium regnellii.


"MANEJO AGROECOLÓGICO Y PASTOREO RACIONAL DE OVINOS EN PREDIOS DE PRODUCTORES FAMILIARES DE LA REGIÓN METROPOLITANA"

Presentado por : Comisión Nacional Fomento Rural – CNFR / Red de Agroecología del Uruguay (RAU).Participa además el Programa Integral Metropolitano de la Universidad de la República (PIM)/ Facultad de Veterinaria (FVET)/ Instituto de Investigaciones Biológicas Clemente Estable.
TEMÁTICA: Identificar, evaluar y sistematizar alternativas de manejo agroecológico de
ovinos/pastoreo racional en sistemas familiares de la Región Metropolitana.

22 may 2018

Jornada Abierta sobre Pastoreo Racional Voisin


Pastoreo Racional Voisin, una alternativa de producción agroecológica de forraje y manejo de parásitos 




Organiza: Proyecto: Cadena de Producción Ovina Agroecológica en la Región Metropolitana. Red De Agroecología

Miércoles 30 de Mayo 2018. Hora 17
Centro Agustín Ferreiro Km 40 Ruta 7

A cargo del Ing. Agr. Santiago Monteverde 
Docente de Facultad de Veterinaria. UDELAR

Contactos: 099 875 472 - 098 990 725



Ver presentación PRV
en pdf

2 abr 2018

Arboles: sombra, madera, frutos...y producción animal


Sistemas silvopastoriles se han desarrollado en diferentes partes del mundo, en diferentes climas, suelos, sociedades y con distintas especies, vegetales (árboles y pasturas) y animales.

En Uruguay es relativamente poca la bibliografía nacional sobre el tema. Particularmente sobre especies forestales no tradicionales. El desarrollo de la forestación en el Uruguay fue históricamente ligado a políticas de fomentos del estado. Desde mediados del siglo pasado, las plantaciones se han realizado con especies de los géneros Eucalyptus y Pinus. Ha existido una corriente de diversificación modesta con especies de otros géneros como Acacia, Quercus, Platanus, Populus y Salix. La ley forestal habla poco del monte nativo, hace falta promover actividades vinculadas al uso sustentable del monte, asegurar la conservación del monte nativo, pero sobre todo su rehabilitación en algunas áreas desforestadas o degradadas. Generar mayor conocimiento, educación y capacitación, y fundamentalmente estimular la recolección, distribución de semillas y producción de plantas nativas (el monte es más que un conjunto de árboles), es necesario actuar en la reintroducción de especies de fauna asociadas al monte.

Dada las diferentes condiciones sociales y edafo-climáticas nacionales debemos pensar en  diversificación de especies (lo que implica la disponibilidad de especies forestales para las condiciones ecológicas del país y para usos no excluyentes y de sus materiales de reproducción en cantidad y calidad) y la búsqueda de especies multipropósito (especies con potencialidades de usos múltiples no excluyentes, ya sea madera de calidad, servicios ambientales, bioenergía, productos no madereros y secuestro del carbono). En el monte nativo uruguayo existen al menos 36 especies identificadas como productoras de polen o néctar.

Integración ganadería-forestación-pastos...materia pendiente. 

Marchesi y Davies (2004) han destacado la posibilidad de utilizar más de 200 especies nativas de nuestro país, como potenciales plantas medicinales y aromáticas y que podrían validarse en sistemas agroforestales. Brusa y Grela (2007) por su parte, han resaltado la variabilidad de la flora arbórea principalmente de la región norte del Uruguay, destacando una importante serie de especies con un uso apropiado a ser desarrollado; ideas que ya habían sido manejadas por Chebataroff (1960) para la misma región, de acuerdo a la importante diversidad de ambientes encontrados en la misma. Lombardo (1964) al considerar la descripción de la flora arbórea y arborescente del Uruguay destaca en múltiples oportunidades el valor de uso de muchas de las especies nativas, siendo las más obvias por su uso actual, la yerba mate, la pitanga, el butiá, el guayabo, el género Prosopis, el arazá y el espinillo (citados por Olmos y col. 2011)

Quizás algún día podamos ver estudios de Pastoreo Racional Vosini (PRV) con alguna de estas especies nativas, formando un interesante ecosistema de pradera. Para lo cual parece necesario además conocer como es el ecosistema de montes nativos, particularmente el parque nativo en Uruguay.

El monte nativo o indígena, es un ecosistema que no es uniforme, hay diferentes tipos de montes.
Montes cerrados: monte ribereño, monte serrano, monte de quebrada y monte psamófilo.
Montes abiertos: monte de parque, de mares de piedra, monte de transición y palmares.
Estos últimos están más relacionados con especies forrajeras de praderas.
Algunos trabajos nos pueden acercar ideas sobre el monte de parque:

En términos generales el la vegetación llamada monte de parque de Uruguay, los  árboles dominantes son "Ñandubay" (Prosopis affinis), "Algarrobo" (Prosopis nigra) y "Espinillo" (Acacia caven). En menor proporción: "Cina-Cina" (Parkinsonia aculeata), "Molle rastrero" (Schinus longifolius), "Espina Corona" (Xylosma tweedianum),  "Espina amarilla" (Berberis laurina) y coronillas. Asia el sur del país también predomina el tala.


Bibliografía sobre Monte Indígena: http://www.guayubira.org.uy/monte-indigena/bibliografia/

Especies nativas para sombra

En términos generales las plantaciones se realizan desde julio a setiembre, ya que las siembras de otoño tienen mayores riesgos. Cuando se planta con terrón, el tamaño de los pozos es en genral de 30-40 cm de profundidad, tratando que los bordes del pozo no queden "sellados" por la herramienta utilizada, de ser posible se rellenan con la misma tierra colocada en sentido inverso y si hay disponibilidad mezcla con estiércol de caballo y arena dulce. La utilización de tutores es fundamental por el viento, y en caso de presencia de liebres y/o hormigas es necesario protección extra.

Algunas especies pueden sufrir a causa de las heladas, tal es el caso de tembetarí, congoña, el tala blanco, el ceibo, el chalchal y cambuatá, pero la mayoría de las especies son resistentes a las heladas.

Según Ricardo Carrere (2010), en base a las experiencias de Macció, en reforestación en Ecilda Paulier,  las especies "colonizadoras" más resistentes son el palo de jabón, carobá, guayabo colorado y aruera. Otras especies resistentes a los factores de extres son las mimosas. En tanto que el tembetarí y el molle son de crecimiento lento.

La anacahuita -Schinus molle- se puede sembrar en primavera a partir de semillas cosechadas el año anterior, debido a que conservan su capacidad germinativa de un año a otro. Ello asegura un importante desarrollo al final del período de crecimiento, con plantas que pueden superar los 50 cm de altura. Debido a su rápido crecimiento, también es posible sembrarlas a partir de diciembre, utilizando para ello las semillas recién maduradas en los árboles. Para asegurar una buena germinación, se aconseja lavar bien los frutos, dejando las semillas lo más limpias posibles, dado que los frutos contienen algunas sustancias que dificultan la germinación. Luego de ello conviene dejar las semillas en remojo durante 24-48 horas. De acuerdo con López y Cussac (1943), “a los pocos días de nacidas se deben pasar a envases, donde permanecerán hasta el momento de la plantación definitiva; ésta hay que hacerla con pan de tierra pues es muy delicada al trasplante”. La misma fuente advierte que “las plantitas chicas son algo delicadas para las heladas”.

Algunas especies nativas estudiadas...



 Frutales

Especies en evaluación, más allá de algunos destacables esfuerzos aislados del pasado, recién a principios de ésta siglo, la Facultad de Agronomía, el INIA y el MGAP en conjunto, comenzaron un programa de selección de frutas nativas con posible potencial comercial, uniéndose luego la  Facultad  de  Química,  otras  Instituciones  y  actores  sociales  y  pobladores  en  general.

Guayabo del país - Acca sellowiana, Mirtácea
Arazá rojo - Psidium cattleianum Sabine,  Mirtácea
Arazá amarillo - Psidium cattleianum Sabine var.  lucidum  , Mirtácea
Pitanga - Eugenia uniflora , Mirtácea
Guaviyú - Myrcianthes pungens, Mirtácea
Cereza del monte - Eugenia involucrata, Mirtácea
Ubajay - Hexachlamis  edulis,  Mirtácea
Baporetí - Plinia rivularis
Quebracho flojo  - Acanthosyris spinescens,  Santalácea
Aguaí - Chrysophyllum gonocarpum y Pouteria gardneriana, Sapotácea


Maderables y para sombra

El género Prosopis ha sido estudiado por la importancia ecológica de sus especies y su gran plasticidad. Prosopis affinis (ñandubay) crece en todo el litoral del país en mezcla con Prosopis nigra (algarrobo), constituyendo formaciones de montes de parques. Los usos del género constituyen fuentes de recursos para poblaciones de diferentes partes del mundo: madera, vainas para la fabricación de alimentos, como forraje (hoja y vainas), usos medicinales, químicos (colorantes, curtientes) y miel. La madera del ñandubay es de excelente calidad y durabilidad.




    Listado de especies nativas:



    Listado de leguminosas nativas forrajeras (en base a Izaguirre, 2005)

    Acacia caven, Adesmia bicolor, Adesmia latifolia, Adesmia punctata, Adesmia securigerifolia, Amorpha fruticosa, Arachis villosa, Centrosema virginianum, Ceratonia siliqua, Chamaecrista rotundifolia, Desmanthus depressus, Desmanthus virgatus, Desmodium affine, Desmodium cuneatum, Desmodium incanum, Desmodium uncinatum, Galactia striata, Gleditsia triacanthos, Indigofera suffruticosa, Lablab purpureus, Lathyrus crassipes, Lathyrus nervosus, Lathyrus paranensis, Lathyrus pubescens, Leucaena leucocephala, Lupinus angustifolius, Macroptilium erythroloma, Macroptylium lathyroides, Macroptilium psammodes, Medicago arabica, Medicago arabica f. purpurea, Medicago lupulina, Medicago polymorpha, Medicago polymorpha var. confinis, Medicago sativa, Melilotus albus, Melilotus indicus, Ononis mitissima, Ornitopus micranthus,  Parkinsonia aculeata, Prosopis affinis, Prosopis nigra, Pueraria montana var. lobata, Rhynchosia diversifolia var. prostrata, Rhynchosia senna, Stylosanthes guianensis var. subviscosa, Stylosanthes montevidensis, Trifolium campestre, Trifolium fragiferum var. bonannii, Trifolium polymorphum, Trifolium pratense, Trifolium repens, Trifolium subterraneum, Vicia disperma, Vicia epetiolaris, Vicia graminea, Vicia macrograminea, Vicia  montevidensis, Vicia nana, Vicia sativa, Vicia sativa subsp. nigra, Vigna adenantha, Vigna longifolia, Vigna luteola, Zornia orbiculata, Zornia trachycarpa.

    Las recomendadas como forrajera son:
    Acacia caven, Adesmia bicolor, Adesmia latifolia, Adesmia punctata, Adesmia securigerifolia, Arachis villosa, Chamaecrista rotundifolia, Desmanthus depressus, Desmanthus virgatus, Desmodium affine, Desmodium cuneatum,Desmodium incanum, Desmodium uncinatum, Mimosa dutrae, Stylosanthes guianensis var. subviscosa, Trifolium polymorphum, Vigna luteola

     Izaguirre, 2005. Agrociencias)

    Otras especies usadas en sistemas silvopastoriles

    Los eucaliptos denominados “colorados” (principalmente Eucalyptus camaldulensis y E. tereticornis) se encuentran plantados en cortinas y en montes de abrigo y sombra en todo el país. El uso generalizado de estos eucaliptos con dichos fines se debió a su gran rusticidad, ya que se adaptan a diversos tipos de suelos y tienen relativamente buena tolerancia a la sequía y a las heladas.
    Con el fin de generar semilla mejorada localmente en el año 2007 se inició en INIA (uruguay) un Plan de Mejoramiento Genético en E. tereticornis, a dicha semilla se le ha dado el nombre comercial de INIA SOMBRA. El huerto semillero se instaló en la Unidad Experimental La Magnolia (INIA Tacuarembó), mientras que las pruebas de progenie se instalaron en predios de empresas forestales en los departamentos de Rivera, Durazno y Treinta y Tres.

    Alamos y sauces pueden reproducirse de estacas. O sea, una porción de rama o guía de largo variable (de 50 a 80 cm) y de diámetros en general no mayores a 3-4 cm., con presencia de yemas.
    Las estacas se obtienen de una porción de rama del año, del árbol elegido, en lo posible de crecimiento vertical, a la que se corta en porciones y de cada una de ella se obtienen las estacas. Es preferible realizar el corte en bisel (en chanfle) para facilitar el hincado de la estaca en el terreno.
    Las estacas se obtienen cuando la planta madre está en descanso en invierno sin hojas.
    Las estacas pueden enterrarse en el lugar definitivo en el campo en invierno, en el mismo sentido que la estaca tenía en el árbol madre. Generalmente se entierran 2/3 del largo total de la estaca y mantener las yemas de la parte aérea sanas, por donde se formaran las nuevas ramas.

    Es conveniente ubicar los sitios de (descanso-sombra) en las partes más altas de las parcelas, desde allí los elementos fertilizantes devueltos en la eses y orina van fluyendo por escurrimiento superficial fertilizando el campo.

    Cuando hay ejemplares arbóreos aislados sus troncos se pueden proteger con ramas espinosas atadas alrededor, ya que algunos animales sobre todo equinos y caprinos pueden morder y arrancar tiras de la corteza.

    Trabajo generales sobre sombras con cortinas de árboles. 

    Bosques protectores. Abrigo y sombra para ovinos http://www.mgap.gub.uy/sites/default/files/bosques_protectores_abrigo_y_sombra_para_ovinos.pdf pensado para predios “grandes”.

    Otro artículo: Reparos para las haciendas: http://www.produccion-animal.com.ar/informacion_tecnica/instalaciones/04-reparos_para_la_hacienda.pdf 



    Laclau y colaboradores, realizaron un trabajo llamado: “Sombreado forestal aplicado a tambos. Simulaciones de cortinas forestales” .Realizaron 64 simulaciones de sombreado de líneas simples de árboles distanciados 2 metros entre sí, con orientación norte-sur y este-oeste a la latitud de 31°S, coincidente con la localidad de Rafaela, pcía. de Santa Fe. Observaron que La disposición este-oeste mantiene un sombreado angosto y relativamente inamovible, que en dos fechas de verano y en sus valores extremos, osciló entre 2,9 y 6 m2 /m lineal de cortina según la hora del día. En cambio, las cortinas de rumbo norte-sur facilitan la movilidad de la sombra y una proyección más oblicua que incrementa la superficie sombreada por metro lineal de cortina, que en las dos fechas de simulación oscilaron entre 2,9 y 12,5 m2 /m lineal de cortina. Ambas disposiciones de cortinas, junto a la sala de ordeñe y en las pasturas, podrían combinarse siguiendo una estrategia integral de manejo del calor animal durante el verano (https://inta.gob.ar/sites/default/files/p._laclau_g._caballar._sombreado_aplicado_a_tambos1.pdf )

    16 dic 2013

    2º Encuentro Panamericano sobre Manejo Agroecológico de Pasturas - PRV en las Américas

    En abril de 2014 se realizará el 2º Encuentro Panamericano sobre Manejo Agroecológico de Pasturas - PRV en las Américas.

    Según puede verse en el sitio de la UFSC http://letaufsc.wix.com/letaufsc 

     http://www.prvnasamericas.com.br/

    La propuesta es tener un encuentro de carácter internacional para promover y fomentar la producción de rumiantes a través de la gestión agroecológica de pastizales, presentar técnicas de producción consolidados y experiencias exitosas desarrolladas sobre el tema en diversos biomas de las Américas.

    9 jul 2013

    Dinámica de los pastos, de Voisin, 1971. Conclusiones




    LA CIVILIZACION, FORMA SUPREMA DE LA ECOLOGIA DINAMICA

    Del suelo, al hombre, a través de la hierba.

    Después de nueve años de esfuerzo la última obra de la serie:
    Productividad de la Hierba,
    Suelo, Hierba, Cáncer,
    Dinámica del Pasto,
    ha terminado (…)
    He aquí, pues, terminados los tres elementos de este trabajo.

    Por otra parte, al final de la presente Dinámica del Pasto, me parece oportuno examinar brevemente algunas de las enseñanzas generales que se desprenden de este libro, y que se apoyan en las dos obras precedentes.

    El carácter ecológico particular del hombre.
    (…) En la presente obra hemos estudiado la adaptación de la flora pratense al medio y a sus variaciones. Se trata de una adaptación «pasiva», que representa una de las formas de la ecología dinámica.

    Pero creo que los ecólogos han descuidado el «carácter ecológico» particular del hombre. Es notable que nos encontremos frente al único ser vivo capaz de modificar intencionadamente y de una manera «activa» su medio para adaptarse a él.

    El milagro y la catástrofe de la civilización mediterránea.

    Esta adaptación «activa» consiste no solamente en reaccionar frente a lo que Taynbee (1946) llama los desafíos de la Naturaleza, sino en prevenirlos. Se trata, con respecto al hombre, de modificar de la manera más favorable posible la asociación Suelo-Planta-Animal-Hombre.

    (…) Cuando la transformación del medio por el hombre está mal conducida, acarrea la desaparición de las civilizaciones más florecientes. Entre los años 15.000 a 9.000 antes de J. C., el calentamiento del clima obligó a los pueblo a abandonar las praderas saharianas (y otras) para marchar hacia el inmenso bosque postglaciar que rodeaba el Mediterráneo.

    El magnífico equilibrio establecido entre el suelo y el hombre en las riberas de Creta, de Grecia y de Asia Menor, parece haber tendido a hacerse cada vez más difícil de mantener entre los siglos VII y V antes de nuestra era.

    Se agotó el suelo ya roturado. Más tarde se abatieron los bosques, esperando aumentar más la superficie de los suelos cultivables; este desequilibrio de la Naturaleza solarmente sirvió para ayudar a terminar de destruir, con la erosión, los suelos agotados. En una palabra, se practicó la ecología dinámica destructora.

    La huida, forma de adaptación pasiva de las masas humanas.

    A esta ecología dinámica, de apariencia activa, pero que no era más que un esfuerzo desesperado, siguió la forma pasiva de adaptación, tan conocida en la historia: la huída. Se abandonaron las tierras que se habían arruinado para ir a arruinar otras más lejos. Después de haber agotado el suelo de Grecia, se marchó a agotar el de Sicilia; más tarde, el de Italia meridional. Después del Líbano y Palestina fue África del norte.

    La civilización mediterránea, madre de nuestra civilización actual, habría desaparecido si los hombres de esta época no hubiesen podido, ir a establecerse en otras tierras aún no roturadas en el noroeste de Europa.

    Pero en la actualidad no hay «huida» posible, ya que casi todas las tierras están ocupadas, agotadas o inutilizables.

    Nuestra civilización no podrá mantenerse ni prosperar si no sabemos practicar la ecología dinámica constructiva que permita al hombre vivir en simbiosis con el suelo, sin destruir el equilibrio del mismo.

    Así, pues, nos parece interesante examinar los dos factores que pueden conducir a la destrucción de la armonía entre los ele­mentos del suelo. El primero contribuyó siempre a arruinar las civilizaciones. El segundo entró en juego por, primera vez en nuestra poca y fue siempre ignorado por todas las civilizaciones precedentes.

    EI abono orgánico humano de las ciudades gigantescas no vuelve al suelo.

    En el transcurso de la época de decadencia de las civilizaciones, la destrucción del suelo estuvo siempre impulsada y aún acelerada por el absentismo de las masas humanas, que aban­donaban el campo para ir a amontonarse en las ciudades.

    Como lo ha señalado admirablemente Spengler en su Decadencia de Occidente, el fin de las civilizaciones se caracteriza por la concentración de la mayoría de la población en gigantescas metrópolis: Babilonia, Atenas, Roma, Bizancio (antiguamente), Londres. París, Berlín, Nueva York (actualmente).

    Esta monstruosa concentración urbana ha privado y priva al suelo de la mayor parte del precioso abono orgánico humano. A falta de este alimento, los organismos del suelo son cada vez menos activos.

    La falta de humus reduce las cantidades de elementos asimilables del suelo.

    De ello resulta un agotamiento del suelo en humus y una disminución de los elementos asimilables, incluso si los elementos totales están presentes en cantidades relativamente importantes. El alimento carenciado, así producido, disminuye la energía y la vitalidad de las poblaciones.

    Este no-retorno de los excrementos de las poblaciones ciudadanas ha desempeñado probablemente un enorme papel en la ruina de las civilizaciones.

    Es lo que Spengler y otros filósofos de la historia han olvidado señalar cuando muestran el paralelismo entre el desarrollo de las inmensas metrópolis y la decadencia de las civilizaciones.

    A este fenómeno general, se añade un fenómeno nuevo que no había aparecido nunca en las demás civilizaciones.

    Nuestra civilización occidental conoce un fenómeno desconocido hasta ahora por el resto de las civilizaciones anteriores, fenómeno de incalculables consecuencias, que, según nuestra opinión puede ser excelentes o catastróficas. Este fenómeno es el empleo de abonos minerales con el fin de aumentar el rendimiento de las cosechas.

    Me he preguntado muchas veces si este empleo de abonos no sería en realidad una especie de «huída» hacia otras tierras.

    El hombre ha creado nuevas superficies cultivables virtuales mediante los abonos minerales: producir, merced a estos abonos, 50 quintales de trigo por hectárea, allí donde no se producían más que 10, significa prácticamente colonizar cuatro hectáreas de nuevas tierras.

    Ya no podernos pasarnos sin los abonos minerales.

    El empleo de los abonos minerales representa uno de los mayores progresos de la humanidad, tan importante y de consecuencias mucho mayores como el descubrimiento de los automóviles o de los cohetes interplanetarios. Nadie puede discutir que estos abonos han permitido un considerable aumento en la producción y un descenso en el precio de coste de los productos alimenticios. Han contribuido, pues, a la elevación del nivel de vida.
    En muchos casos, si han sido bien utilizados, los abonos minerales pueden asimismo mejorar la calidad de los productos. Pero pueden tener también graves consecuencias.

    Las "hambres clandestinas" de los pueblos.

    El empleo de los abonos minerales, si se realiza de manera poco prudencial, como generalmente suele ocurrir en la actualidad, puede ocasionar graves desequilibrios en el suelo, reduciendo las cantidades asimilables de ciertos elementos minerales, Ahora bien, estas cantidades ya han sido reducidas, como ocurrió al final de otras civilizaciones, por el hecho de la disminución de la intensidad de vida de los organismos del suelo, privados del retorno del excremento humano de las gigantescas metrópolis modernas.

    De esta forma se crean carencias «clandestinas», tan peligrosas para el hombre y para las civilizaciones como las verdaderas hambres: en efecto, estos desequilibrios o estas deficiencias en elementos minerales alterarán profundamente el metabolismo de las células del hombre. (…)

    El lento agotamiento de la energía de los pueblos.

    Los historiadores, con justa razón, demuestran cómo fueron desapareciendo las civilizaciones tan pronto como arruinaron su suelo (…) Pero, quién podría decirnos en qué medida estos suelos, antes de ser destruidos por la erosión, no sufrieron primero un agotamiento «clandestino» de magnesio o de cobre asimilables? A este agotamiento progresivo del suelo, no correspondería una lenta decadencia, física y moral, de los hombres cuyos antecesores habían creado en otros tiempos potentes y prósperos imperios?

    Esta pregunta podrá parecer osada; pero, no obstante, la experiencia de un gran bioquímico inglés la presenta como muy real.

    Estudiantes y pueblos indisciplinados.

    Hopkins (premio Nobel y profesor de Bioquímica) fue llamado un día en consulta a un pensionado. El director se quejaba de que sus alumnos se habían vuelto, hacia ya un año, indisciplinados y nerviosos, mientras que hasta entones habían sido siempre muy dóciles

    El sabio inglés buscó la causa alimenticia de este nerviosismo y la encontró: el cierre de una tienda, situada frente a la escuela, en la que se vendía fruta. Los alumnos, con sus pequeños ahorros, buscaban en ella regularmente melocotones o naranjas, completando así sus necesidades de vitamina C que faltaba en la alimentación de la escuela, compuesta, sobre todo, por carnes hervidas, conservas, confituras, etc. Hopkins aconsejó al director que añadiese frutas y diversos alimentos crudos a la alimentación de los alumnos. Todo volvió a estar en orden: la escuela recuperó su calma y su disciplina.

    Si todo un pueblo se ve privado de vitamina C en su alimentación, se volverá tan nervioso e indisciplinado como el grupo de alumnos de que acabamos de hablar. Esta indisciplina es característica en la historia del fin de las civilizaciones.

    El empobrecimiento de la alimentación en vitamina C puede procede r de mue-has causas, especialmente del hecho de que frecuentemente la alimentación de la población de las grandes ciudades puede contener mucha menor cantidad de dicha vitamina que la de los habitantes del campo, poseedores de huertos.

    EL agotamiento del suelo desgasta lentamente al hombre.

    Lo que nos interesa aquí es la relación ecológica entre el hombre y el suelo. Ahora bien, sabemos que el metabolismo de la vitamina C está bajo el control de enzimas que, directa o indirectamente, son controlados por el cobre.

    Por otra parte, es sabido que cualquier deficiencia del suelo en cobre asimilable altera diversos mecanismos fundamentales de la vida. No es, pues, osado suponer que una deficiencia del suelo en cobre asimilable pueda causar efectos muy parecidos a los producidos por una carencia de vitamina C, puesto que ésta no podría cumplir ya sus funciones.

    Sabemos además que la f alta de cobre en la alimentación de la madre gestante crea en el niño que ha de nacer perturbaciones del sistema nervioso.

    Otra carencia cada vez más corriente de nuestros suelos es la del magnesio. Los animales carentes de magnesio se vuelven excesivamente nerviosos e hiperexcitables mucho antes de que sean atacados por la parálisis. Asimismo, cada día se descubre en el hombre mayor cantidad de enfermedades nervios causadas por carencias de magnesio

    La influencia del suelo sobre la psicología de los pueblos y especialmente sobre su combatividad.

    Podremos así comprender mejor que un agotamiento «clandestino» del suelo en cobre y en magnesio, debido a sistemas de cultivo defectuosos puede modificar en un sentido desfavorable la psicología de los pueblos hacia naciones hiperexcitables, nerviosas e ingobernables, como ocurre siempre en las épocas de civilizaciones decadentes.

    Los pueblos que no han sabido vivir en una feliz asociación ecológica con su suelo, y lo han agotado, verán disminuir lentamente su fuerza moral y psíquica mucho antes de que puedan aparecen los signos visibles de la destrucción del suelo.

    El gran bioquímico Abderhalden ha titulado uno de sus libros: Los vestigios de ciertas sustancias determinan nuestro destino. Digamos, generalizando: Los vestigios de ciertos elementos de1 suelo determinan el destino de los hombres y de las civilizaciones.

    El "homo mechanichus" ha perdido el sentido del suelo.

    Es lo que, desgraciadamente no ha comprendido todavía el hombre moderno: el «Homo mechanichus» no se preocupa en absoluto del suelo que produce sus alimentos. Lo que quiere es un alimento lo más barato posible.
    El hombre de la ciudad ejerce una considerable presión sobre el hombre del campo, para que éste produzca más y a menor precio. Hemos dicho que los abonos químicos ayudan notable­mente a obtener tal resultado. Pero también hemos señalado que estos mismos abonos, si se emplean mal, pueden crear en el suelo graves deficiencias en elementos minerales asimilables.
    Ello acarreará, finalmente, peligrosas carencias en el hombre y el agotamiento de sus fuerzas morales y físicas. Esta actitud de las masas ciudadanas corresponde, cuando es acentuada, a un verdadero suicidio biológico.

    El hombre no puede sobrevivir más que asociado al suelo, y no como parásito suyo.
    El porvenir de nuestra civilización, mecanizada y sometida a la química, depende de la forma en que sepamos concebir la ecología dinámica. Debemos aprender a dominar nuestro medio ambiente sin destruirlo.

    Se trata de que el hombre viva, no como un parásito del suelo, sino en asociación con los elementos vivos de este suelo: De la vida del suelo depende la vida del hombre y de las civilizaciones.


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    (Voisin, A. 1971. Dinámica de los pastos. Editorial Tecnos. Madrid. España. 452 p)



    De Productividad de la hierba (Voisin, 1974). Tercera parte

    Principios de conducta en el pastoreo racional.


    Definición de algunos elementos base. Es preciso distinguir la carga global, o sea, el número de unidades de Ganado Mayor o kilogramos de carne que soporta, por término medio, una hectárea del total de los pastos considerados, de la carga instantánea, o carga de las parcelas en curso de pastoreo. Definiendo ésta última como el número de kilogramos de carne (o unidades ganado mayor) que soporta una hectárea del total de la superficie de las parcelas pastoreadas simultáneamente (Voisin, 1974).

    Por otro lado es preciso distinguir el tiempo de “estancia” de la parcela por un grupo de animales, o sea el tiempo durante el cual un grupo, pastorea una parcela en cada pase de pastoreo (es decir, en cada rotación; del tiempo de “ocupación” de la parcela, el tiempo durante el cual una parcela es pastoreada por el conjunto de los grupos en cada pastoreo (Voisin, 1974).

    Tiempo de reposo, o “duración del ciclo de retorno”, es el tiempo durante el cual, entre dos pases de pastoreo, se deja reposar la hierba sin ser pastoreada (Voisin, 1974).

    Intensidad de pastoreo (o densidad de pastoreo), se obtiene multiplicando la carga instantánea por hectárea, por el tiempo de ocupación de las parcelas. Con una carga instantánea constante, la intensidad de pastoreo varía en proporción con el tiempo de ocupación. La intensidad del pastoreo es la misma, ya sea que el rebaño este dividido en tres grupos o concentrado en uno solo, a condición de que el tiempo de estancia siga siendo el mismo (Voisin, 1974).

    Supongamos un rebaño de 12 UG dividido en 3 grupos, pastoreando simultáneamente en 3 parcelas, cada una de estas parcelas de 1 ha y el tiempo de estancia (por grupo) es de 2 días.
    La carga instantánea = 12 UG / (3 grupos x 1 ha) = 4 UG/ha
    El tiempo de ocupación de una parcela es = 3 lotes x 2 días = 6 días
    La intensidad de pastoreo será entonces = a 4 UG/ha x 6 días = 24 UG/ha/día
    Supongamos ahora que duplicamos el tiempo de estancia (4 días), la carga instantánea sigue siendo la misma, pero las parcelas están siendo pastoreadas más intensamente. El tiempo de ocupación se duplica (3x4= 12 días) y la intensidad de pastoreo (4x12= 48 UG/ha/día).
    Si en lugar de 3 grupos tenemos uno solo (con tiempo de estancia sigue siendo 2 días), tendremos, carga instantánea =12 UG/ha, el tiempo de ocupación de una parcela 2 días, entonces la intensidad de pastoreo será 12 x 2 = 24 UG/ha/día.

    Para un tiempo de estancia constante, la intensidad de pastoreo es independiente del número de grupos en que esté dividido el rebaño.

    La determinación del número de parcelas constituye la base del plan de pastoreo racional.

    Cuando establecemos un plan de pastoreo racional, no se trata de determinar, en primer lugar la superficie de las parcelas, es preciso determinar ante todo, el número de parcelas, después se deducirá su superficie.

    Un término medio bastante prudente me parece el de intentar observar el tiempo de reposo estival, con los únicos recursos del pastoreo, siempre que éste no sea igual a más de tres veces el tiempo de reposo mínimo de primavera, si así no fuese, se hace preciso al establecer un plan, limitarse a realizar con los únicos recursos propios del pasto un tiempo de reposo igual a tres veces el tiempo de reposo mínimo. Todo ello no es del todo absoluto, una vez más, que estas decisiones dependen de múltiples factores locales, personales y económicas (Voisin, 1974).

    El tiempo de estancia es el que influye principalmente en el tiempo de reposo. El tiempo de reposo será igual al número de parcelas en reposo, multiplicado por el promedio de días de estancia en ellas económicas (Voisin, 1974).

    Si tomamos un sistema de pastoreo racional de 20 parcelas con un período de estancia de dos días, el tiempo de reposo será de (20-1) x 2 = 38 días.
    Si la rotación fuera diaria (tiempo de estancia de 1 día), para mantener 38 días de reposo deberíamos tener 39 parcelas, (38/1)+1 =39. Si en lugar de un lote tuviéramos 2 grupos, 38/1)+2= 40 parcelas.

    Las leyes del pastoreo racional exigen tiempos de estancia y de ocupación relativamente cortos. Con un solo grupo y avanzando cada muchos días tendría el menor número de potreros necesarios para un tiempo de ocupación, pero recordemos que es necesario considerar las cuatro leyes del pastoreo, por lo tanto un período de estancia y ocupación relativamente corto. No debe reducirse demasiado el número de parcelas

    El período de reposo óptimo continúa siendo el primer objetivo. Se trata de determinar el número de parcelas y no la carga de animales. Elcultivador que se lanza al pastoreo racional plantea generalmente en primer lugar, la siguiente cuestión: “¿Cuántos animales podré cargar? Yo le respondo: No lo sé, no puedo saberlo. Nadie puede saberlo…” Es preciso establecer un plan de tiempos; de este plan se podrán deducir los planes de superficies y la averiguación de las cargas posibles. En este último caso no se trata de un plan, sino de una investigación progresiva de la carga que, en condiciones de explotación, permitirá hacer pastar las parcelas en los tiempos de ocupación previstos y por consiguiente, observar los tiempos de reposo óptimos (Voisin, 1974).

    ¿Qué superficie debe tener una parcela? Recordemos que en primer lugar deben establecerse el número de parcelas, relacionadas al tiempo de reposo. Trataremos de tener el mayor número de parcelas posibles, o dicho de otra forma, qué sacrificios se está dispuesto a realizar para obtener el mayor número de parcelas posibles. Luego veremos que superficie deben tener. Según la superficie de los pastos que hayan de ser divididos, podrá obtenerse la superficie media de las parcelas, lo que no será exactamente la de cada una de las parcelas individuales. Las parcelas no tienen que ser necesariamente de las mismas dimensiones, es si conveniente que las mismas tengan capacidad de producción similares. Es preferible mantener siempre las mismas parcelas, aún con pastoreo eléctrico, a fin de no caer en la aceleración fuera de tiempo. La forma de las parcelas está determinada ante todo, por las condiciones particulares del pasto, debiendo evitarse las formas “estranguladas” que generan un excesivo pisoteo de las partes estrechas. Asimismo deben considerarse las fuentes de agua, corredores de acceso, sombra y en caso de ser necesario considerar las condiciones necesarias para la suplementación. Con parcelas alargadas se hace precisa una mayor longitud de cercados.

    La división del rebaño en grupos.


    Los promotores alemanes de la rotación preconizaban dividir el rebaño en tres grupos. Al dividir el rebaño en grupos que pastorean una misma parcela en forma consecutiva, el primer grupo tiene mayor posibilidad de selección, por lo que debería ser el grupo de mayores requerimientos, remplazado luego por el segundo grupo con vacas de menor producción lechera y finalmente el tercer grupo que pasta a fondo, constituido por vacas secas, terneros, etc., que cosecha una ración menor de una hierba de menor calidad.

    La división también puede ser utilizada para disminuir la lucha entre animales y homogeneizar grupos no solo con respecto a las necesidades nutricionales o niveles de producción, sino también a los hábitos de pastoreo. 

    Los problemas de la división en grupos son que en general pueden, aumentar el  trabajo y demanda de mano de obra, generar dificultades en el acceso a los puntos de agua y para una adecuada suplementación, disminución de la carga instantánea y alargamiento de los tiempos de ocupación de cada parcela ( si los tiempos de estancia son iguales para cada grupo).

    Compensación de las fluctuaciones estacionales de crecimiento de la hierba.


    Llamaremos según Voisin (1974) métodos internos de compensación a aquellos que puede ser realizados solamente con el pasto, sin necesidad de tener que apelar a otros recursos alimenticios externos. Estos métodos son:
    • “Segregación” de parcelas, es decir, de cierta superficie que se siega en el momento de brote rápido de la hierba. Estas parcelas deberán ser “reincorporadas” en el período de menor rebrote.
    • Variación según las estaciones de las cantidades de nitrógeno aportado, reforzando el crecimiento de la hierba con aportes de N.
    Los métodos externos son:
    • Suplementación con alimentos secos (henos, tortas, etc.), granos o forrajes verdes
    • Pasturaje de cultivos forrajeros (prados temporales)
    Segregación de parcelas. Supongamos un ejemplo teórico y simple, donde tenemos un tiempo óptimo de reposo de 42 días en verano y de 18 días en primavera, y que queremos compensar esta diferencia únicamente con la variación del número de parcelas incorporadas. Para simplificar supongamos un solo grupo y un día de ocupación por parcela. Para lo cual necesitamos 42+1 = 43 parcelas. Vemos que en primavera obtendríamos un tiempo de reposo de 18 días con 18+1=19 parcelas “incorporadas”. Es preciso, en este momento “segregar” 43-19= 24 parcelas. 

    Una fluctuación muy conocida que nunca se intenta equilibrar mediante el pasto es el descenso de la producción de invierno, a la que se pone remedio con otros recursos, en general con la suplementación en el establo. Creemos que es más prudente (salvo en casos excepcionales) el compensar solamente con el pasto las fluctuaciones del tipo de crecimiento que no sobrepasen de un margen de aproximadamente del triple de su valor (Voisin, 1974).

    Compensación de las fluctuaciones mediante la distribución de nitrógeno. El nitrógeno ejerce su acción sobre la hierba muy rápidamente y que no posee efectos tan persistentes como ocurre con los abonos de fondo. De esta forma se puede actuar en los momentos en que se desee, sin olvidar que el nitrógeno puede actuar solamente en caso de que la planta esté en condiciones de utilizarlo. El usa de pequeñas parcelas sin fertilizar como referencia (por ejemplo de 5 x5 m) es una valiosa ayuda para regular los momentos y las dosis de fertilización para el agricultor.


    Los métodos externos de compensación de las fluctuaciones estacionales. Las superficies verdes, ya sean permanentes o temporales, pueden ayudar a compensar las fluctuaciones de dos maneras, cuando son pastoreadas o cuando son segadas y suministradas a los animales. Si bien en los momentos de menor crecimiento vegetal se puede bajar la carga o suplementar, es preciso también aprovechar, para observar los tiempos de reposo óptimos del período considerado.

    La conducción práctica del pastoreo racional.


    La flexibilidad de conducción es indispensable. Las cifras base sólo son indicativas. Se dice con frecuencia, se trata de una rotación en la cual se avanza el o los grupos cada dos días. Ahora bien, estos dos días representan un tiempo medio. Prácticamente, será preciso dejar al último grupo media jornada o una jornada más, con el fin de poder terminar de pastar a fondo la última parcela. Por el contrario, puede resultar forzoso tener que retirar el último grupo antes de que haya terminado sus dos días de estancia (Voisin, 1974).

    Las variaciones de los tiempos base previstos son síntomas de alarma. Si nos vemos obligados a prolongar el tiempo de ocupación más allá del permitido, ello significa que existe un crecimiento de hierba más elevado de lo esperado. Puede requerir reducir las cantidades de nitrógeno o “segregar” algunas parcelas, etc. Por el contrario si el último grupo deja la parcela antes de tiempo, es que existe retraso en el brote, es preciso forzar el nitrógeno y no “segregar” ninguna parcela, o reincorporar una parcela cuya siega estaba prevista. No se trata de seguir estrictamente las cifras, se trata de seguir a la hierba, la hierba manda (Voisin, 1974).

    Las parcelas no se deben hacer pastar siempre por el mismo orden. El arte del conducir el pastoreo racional consiste en saber saltar (es decir, dejar a un lado) una parcela,
    • no demasiado avanzada, de forma que pueda alcanzar el punto óptimo y producir su “llamarada de crecimiento” o
    • demasiado avanzada, de forma que se permita alcanzar un grado de madurez suficiente para que pueda ser segada.
    La alternancia de la siega y el pastoreo puede ser beneficiosa sobra la flora de los pastizales. La flexibilidad en la conducción sólo es posible con un número elevado de parcelas. Las condiciones meteorológicas pueden llevar a reincorporar una parcela segregada, lo que no es grava, pero lo que si es muy grave es cuando no puede hacerse porque la parcela segregada ha sido segada y no está todavía suficientemente rebrotada para que pueda ser pastoreada (Voisin, 1974).

    Errores corrientes en los supuestos sistemas de pastoreo racional.


    Los iniciadores de la rotación desconocían la importancia del factor tiempo. Falke profesor de la Universidad de Leipzig, publicó en 1907, una obra titulada “Los pastos permanentes” (Die Dauerweiden), en la que planteaba las bases de la explotación intensiva de los pastos. Sus cursos y su obra influirían notablemente sobre Warmbold, los colaboradores del Instituto de Hohenheim, Geith, etc., es decir sobre los promotores de lo que debería llamarse en Alemania el Umtriebsweide, y que ha sido designado en Francia, generalmente, bajo el nombre de “rotación” de los pastos o sistema Warmbold (o Warmbold- Hohenheim). Así mismo, los primeros investigadores del Instituto de Hohenheim de Stuttgart, Münizinger y Babo indicaron en 1931 las bases del pastoreo de Hohenheim, pero también desconocieron la importancia de los tiempos de reposo, acelerando fuera de tiempo (Voisin, 1974).

    El más grave error de los iniciadores del sistema Warmbold- Hohenheim. Dice Voisin (1974), después de haber leído en el Boletin del Herd-Book Normando de 1950 un estudio en el que trataba de la “Intensidad de pastoreo” y de la importancia del factor “tiempo”, el profesor Klapp, director del Instituts für Boden- und Pflanzenbaulehre de Bonn, me escribió, en 1951, en los siguientes términos:
    “…Acabo de leer su trabajo sobre la rotación de los pastos, con gran placer y con enorme interés. ..Ya que ha profundizado usted tanto en la cuestión quisiera llamar su atención sobre los siguientes puntos:
    Geith aconseja como carga instantánea la de 10.000 kg/ha. Esta regla ofrece varios puntos débiles…En efecto, Geith no tuvo en cuenta: ni el número de grupos, ni el tiempo de estancia, ni el tiempo de ocupación… He discutido frecuentemente esta cuestión con Geith. Desgraciadamente su muerte impidió llegar a un resultado concreto. Después expuse con frecuencia mi punto de vista, oral o por escrito, sin lograr a pesar de ello hacerme escuchar. Hoy veo con satisfacción que mis conceptos deben ser, no obstante, justos, ya que usted a llegado personalmente a la misma idea… Casi toda la literatura internacional sobre pastos parece tener miedo en abordar estos problemas, quizás porque, como usted dice muy bien, “estos kilos-día por hectárea hacen estremecer”. Ya sea utilizada en el futuro su forma u otra análoga, existe un punto cierto que no podemos despreciar: En nuestros cálculos de los elementos base de una rotación debemos tener en consideración el factor tiempo. En efecto, resulta evidente que 20.000 kg/ha de carga instantánea con pastoreo de la parcela durante una jornada son equivalentes a 40.000 kg/ha de carga instantánea con pastoreo de la parcela durante una media jornada.”

    Esta puntualización del profesor Klapp concerniente a la evolución histórica del concepto de la rotación de los pastos, nos demuestra como algunas ideas, absolutamente necesarias para la buena dirección de una pastoreo racional, han tropezado con serias dificultades. Comprendemos por qué el sistema se ha desarrollado y se sigue desarrollando con tanta lentitud.

    El Factor tiempo debe dominar y regular el pastoreo racional, estas breves consideraciones retrospectivas nos hacen ver perfectamente cómo el factor tiempo ha sido no solamente despreciado, sino incluso totalmente desconocido por los iniciadores de la rotación. Todavía en la actualidad, al leer la amplia literatura sobre pastos, esta noción de tiempo apenas es mencionada como factor base de la explotación racional de los pastos (Voisin, 1974). Esta última frase a pesar de haber sido realizada hace más de medio siglo, mantiene, una vez más lamentablemente, plena vigencia.

    La aceleración a contratiempo o fuera de tiempo.


    Mecanismo de acción. Supongamos una rotación con 6 parcelas de una hectárea cada una y un solo grupo de animales y que este único grupo permanece cuatro días en cada parcelas, esto dará un tiempo de reposo de 20 días, (6-1) x 4 = 20. Diremos que el tiempo de 20 días así obtenido en una rotación de 6 parcelas, permite en mayo-junio conseguir un rebrote de 4.800 kg /ha de masa verde consumible, es decir 100 raciones diarias de 48 kg de hierba por ha, lo que permite 25 unidades de ganado mayor el poder permanecer cuatro días sobre una parcela de una hectárea. Pero al principio de julio, el crecimiento de la hierba empieza a disminuir, y supongamos que al cabo de 20 días sólo habrá rebrotado una masa verde de 3.600 kg/ha la cual no representa más que 3.600/48= 75 raciones diarias y no permitiendo a los animales permanecer en una parcela más que 75/25 0 3 días, tiempo al cabo del cual cada parcela habrá terminado de ser pastada a fondo. De ello resulta que se deberá hacer avanzar cada tres días, de forma que el tiempo de reposo hacia fines de julio se verá reducido a : (6-1) x 3 = 15 días. Al avanzar el verano, el crecimiento de la hierba disminuye todavía más. Supondremos que este tiempo de reposo no permite más que una producción de 2.400 kg/ha de masa verde de hierba, lo que da: 2.400/48= 50 raciones diarias, y sólo permite a los animales permanecer 50/25=2 días. Al principio de agosto, el tiempo de reposo se reduce, pues a (6-1) x 2 = 10 días. Este tiempo de reposo admitamos no permite más que una producción de 1.200 kg/ha de masa verde de hierba, lo que da: 1.200/48= 25 raciones diarias, y sólo permite a los animales permanecer 25/25=1 días, de forma que no se concede a la hierba más que 5 días de reposo. Lo que prácticamente significa que no habrá hierba alguna de rebrote cuando los animales vuelvan a una parcela. La rotación ha terminado, y no queda más que quitar los animales para llevarlos fuera de ella y alimentarlos de otra manera (Voisin, 1974).

    Se acelera el movimiento de rotación cuando sería preciso detenerlo. Los tiempos de reposo se reducen en el momento en que deberían ser prolongados. Si hubiese tenido en cuenta el factor fundamental “tiempo”, y si hubiese aprendido los métodos prácticos para hacer variar los tiempos de reposo, se habría dado cuenta inmediatamente del peligro de esta aceleración de los pases de pastoreo.

    Las ideas forzadas del pastoreo racional.


    Resumamos lo que Voisin llama las ideas forzadas del sistema. ¿Qué es el pastoreo racional? El pastoreo racional debe permitir satisfacer al máximo las exigencias del animal y de la hierba. No debe olvidarse que el pastoreo es el encuentro del animal y de la hierba y que deben tenerse siempre en cuenta estos dos elementos. No basta solamente con la división de un pasto para hacer un pastoreo racional (Voisin, 1974).

    Importancia fundamental de los tiempos de reposo. Estos tiempos de reposo varían estacionalmente y según el tipo de pastos. En un pastoreo racional, la hierba sólo será cortada unas seis veces (y aún menos) en el transcurso del año (naturalmente esta cifra puede variar de acuerdo con las condiciones regionales). 

    Los tiempos de estancia y de ocupación han de ser cortos. Si el tiempo de ocupación es demasiado largo, la hierba será cortada dos veces en el transcurso de la misma rotación y no podrá dar su máxima producción. Al mismo tiempo los animales sufrirán fluctuaciones periódicas en su consumo de hierba. Si bien no es absolutamente indispensable dividir el rebaño en grupos, lo recomendable es tener al menos dos grupos, lo que permite al primer grupo cosechar bocados enteros de una mejor calidad de hierba y que pueden elegir por si mismos (Voisin, 1974).

    El número de parcelas determina el establecimiento de un plan de rotación. El sistema de división, si es posible, debe permitir la observación del tiempo de reposo de julio-agosto (verano, correspondiente a la menor tasa de crecimiento de la estación de crecimiento). Entonces podrá apreciarse hasta que punto se hace posible realizar el número de parcelas deseadas para obtener un tiempo de reposo de verano con el tiempo de estancia más corto posible. Si en caso de un solo grupo, se quiere alcanzar por ejemplo, un tiempo de reposo de 36 días, con un tiempo de estancia de una jornada, serán precisas 36+1 parcelas. Si por el contrario admitimos un tiempo de estancia de dos jornadas, serán precisos (36/2)+1 = 19 parcelas. Con tres días bastarán 10 parcelas. Si dividimos el rebaño en dos o tres grupos, sería preciso añadir respectivamente una o dos parcelas a esta última cifra.

    Superficie y disposición de las parcelas. Una vez fijado en esta forma el número de parcelas, será preciso procurar disponer las parcelas de forma que tengan una capacidad de producción de hierba similar. Debe prestarse especial atención a las fuentes de agua y sombra. 

    La carga de animales no puede preverse. Es imposible fijar con antelación la carga global que puede permitir la rotación. El aumento de carga que puede preverse en los sucesivos años de instalado un pastoreo racional, plantea cuestiones económicas, y en el invierno, problemas de alimentación y de alojamiento. Este aumento de carga también implica aumento de excrementos, base de la fertilidad del suelo, sin hablar del beneficio directo que supone el aumento de la productividad de la hierba. El pastoreo racional nos lleva a aumentar considerablemente la carga del pasto, con relación al pastoreo ordinario en continuo (Voisin, 1974).

    El equilibrio de las fluctuaciones estacionales de la producción de hierba puede ser por métodos internos o externos. No debemos esperar obtener el equilibrio con el pasto dolo más que la diferencia de producción entre verano y primavera. Este equilibrio por métodos internos, se logra segregando y reincorporando parcelas y con el aporte estratégico de nitrógeno. La puesta de parcelas en siega y su reincorporación es uno de los problemas más delicados del pastoreo racional. Los métodos externos (suplementación, variaciones de carga, etc.) deben ayudar a observar los necesarios tiempos de reposo y no dispensan para nada esta observación.

    El gran escollo del pastoreo racional: la aceleración fuera de tiempo. Cuando el crecimiento de la hierba empieza a decrecer, se tiende a reducir el tiempo de estancia sobre las parcelas, ya que la hierba allí es menos abundante Este tiempo de estancia disminuido acortará el tiempo de reposo en el momento que debería alargarlo. Esta reducción del tiempo de reposo reducirá el volumen de hierba después del siguiente pase, entonces e3stará aún más restringido el tiempo de estancia, y así sucesivamente. Para evitar esta aceleración fuera de tiempo, en el caso del cercado eléctrico, lo más prudente es colocar siempre el cerco en el mismo lugar (Voisin, 1974).

    El pastoreo racional debe ser conducido con flexibilidad. Es muy raro si no excepcional, que se puedan hacer pastorear las parcelas siempre por el mismo orden. El arte de un pasticultor que practica el pastoreo racional consiste en saber saltar una parcela, no muy avanzada o demasiado avanzada. Diremos para terminar: cualquiera que sea la especulación animal (engorde en pastos, ganadería), la naturaleza de los pastos (temporales, permanentes), etc., el pastoreo racional, al multiplicar el rendimiento de los pastos, conduce a una profunda modificación en la explotación de la granja. He aquí uno de los puntos más importantes que resultan de la introducción del pastoreo racional en nuestras granjas (Voisin, 1974).

    La “productividad de la hierba”, estado espiritual totalmente necesario para el porvenir.


    El concepto de productividad domina la civilización moderna. He titulado esta obra: “Productividad de la hierba”. La Productividad es, en efecto, una palabra que no cesa de oírse repetir hoy día en todos los dominios de la actividad del hombre moderno. Esta palabra se pronuncia no solamente para los productores de fábrica, sino en todos los terrenos económicos. Ignoro si el homo productivus de hoy día es más dichoso que el homo sinanthropus de los tiempos remotos. Lo que si se perfectamente es que una nación moderna y fuerte es una nación cuyas ramas de actividad son altamente productivas (Voisin, 1974). 

    Cuando se aplica la palabra "productividad" a la agricultura, se piensa sobre todo, en la productividad de la mano de obra y de las máquinas, lo cual es normal y necesario. Pero la agricultura plantea también unos problemas particulares, por ejemplo, la productividad por hectárea, que es un factor que, evidentemente, no puede examinarse (o muy raras veces) en una fábrica de automóviles o de máquinas de coser (Voisin, 1974).

    «Scientific Management» y «Grassland Management»


    Sin dejarnos llevar demasiado de la imaginación y de la fantasía, quisiera intentar comparar estos problemas de productividad de la hierba con los problemas de productividad en la industria, es decir, con las cuestiones clásicas de la Organización Científica del Trabajo, que, por lo general es designada, en ingles, bajo el nombre de Scientific management. Este término permite una comparación todavía más notable, ya que se designan en ingles los métodos de explotación de los pastos bajo el término general de Grassland management. Tratemos, pues, de hacer una comparación de estos dos managements. Un principio muy conocido del Scientific management es el de que no es precisamente el ritmo más elevado de producción de piezas por minuto el que da la mayor producción de piezas diarias, por el hecho de la fatiga que resulta para el obrero (o la máquina), lo que, finalmente, reduce el rendimiento diario. Lo mismo sucede con el Grassland management: no es obligando a la hierba a suministrar tres o cuatro cortes mensuales (como en el pastoreo continuo) como podrá obtenerse su máximo de producción anual. Hay que pedir a la hierba un ritmo mensual menos elevado, a fin de que pueda suministrar una mayor producción anual (Voisin, 1974).

    El primer estudio de Taylor, el fundador del Scientific management, que suele llamarse Taylorismo, nos permite hacer una notable comparación entre la productividad de la hierba y la productividad del obrero. El estudio de Taylor sobre el manejo de los lingotes de fundición (emprendido en 1897, en la Bethlehem Steel Company). Los lingotes de fundición de dicha fábrica eran preparados por un equipo de 75 hombres de un valor medio y dirigidos por un buen contramaestre que vigilaba estrechamente para que sus hombres no hiciesen el vago. Se trataba de un trabajo en extremo sencillo que sólo ponía en juego los brazos del obrero sin necesidad de instrumento especial alguno. El trabajo era realizado tan de prisa y tan económicamente como cualquier otro de aquella poca. El estudio de los tiempos no suponía dificultad alguna en sí mismo. Como se trataba de un trabajo físico muy fuerte, lo difícil no era precisamente el determinar el tiempo necesario para ir cargado y volver de vacío, sino el de saber el número de viajes de ida y vuelta que un hombre podía llevar a cabo durante una jornada. Esto planteaba otra cuestión. Se intentó, pues, mediante diversos ensayos, determinar el grado de fatiga de los obreros. Pudo comprobarse, con sorpresa, que la fatiga no dependía tanto del peso de los lingotes transportados por un hombre como de la rapidez con la cual este mismo hombre transportaba sus lingotes. El obrero menos fatigado resultó ser el que transportaba los lingotes más aprisa, arreglándoselas de forma de volver lentamente y para descansar sin ser descubierto por el contramaestre (Voisin, 1974).

    Barth, el técnico encargado por Taylor de estudiar estas operaciones, llegó así a la conclusión de que, para obtener la productividad máxima de dichos obreros era preciso dejarlos reposar suficientemente sus músculos, es decir, tomar un tiempo de reposo suficiente. Los cálculos demostraron que, si un obrero reposaba suficientemente en el transcurso de la jornada, debería manejar 47 toneladas de lingotes, en vez de las 13 que había manejado hasta entonces. Dicho de otra forma, los tiempos de reposo prudenciales permiten al obrero el poder triplicar su productividad (en este caso particular). Se llamó entonces al obrero Schmidt, dándosele ese día tres sorpresas en una. En efecto, se le hizo saber que: 1º su salario sería aumentado en un 6o %; 2º habría de transportar al día 47 toneladas de lingotes, en lugar de 13; 3º debería descansar cuando el cronometrador se lo dijese, en vez de transportar lingotes sin cesar, como venía haciendo hasta entonces. El primer día, sin fatiga alguna, Schmidt pudo manejar sus 47 toneladas de lingotes, y su nombre quedó para siempre célebre en la historia del Taylorismo y de la Organización Científica del Trabajo (Voisin, 1974).

    La hierba necesita reposo, exactamente igual que el obrero que maneja los lingotes. La hierba, en el transcurso de la estación de pastoreo, tiene necesidad de reposo para renovar sus fuerzas, exactamente igual que el obrero que maneja los lingotes ha de reposar para relajar sus músculos. En estas condiciones, la hierba dará una productividad tres veces mayor, exacta mente igual que el obrero Schmidt (Voisin, 1974).

    La productividad, estado espiritual.


    Entre las múltiples definiciones de la productividad, quisiera encontrar una que pudiese ser aplicada al caso particular de la hierba. En el transcurso de una conversación, pregunté a quemarropa a un alto funcionario del Comisariado General del Plan: “¿Podría usted darme una definición universal de la noción de productividad?”. Éste me contestó: “La definición más generalizada y la mejor es la siguiente: La productividad es un estado espiritual”.
     
    Le hice notar que realmente se trataba de una definición muy notable, pero que, desgraciadamente, como se trataba de hierba, no podía ver claramente cómo podría lograr inculcarle este estado espiritual. Sin embargo, después de reflexionar, comprendí que esta definición universal podía explicarse perfectamente en el caso de la hierba. En efecto, no lograremos aumentar la productividad de la hierba, es decir, a duplicar y a triplicar su rendimiento, más que inculcando este espíritu de productividad a todos aquellos que están interesados en la cuestión. Cuando hayamos convencido a todos ellos de las inmensas posibilidades de los pastos explotados racionalmente, entonces no habrá problema de productividad de la hierba. Sabremos encontrar los medios para desarrollar los métodos de aplicación práctica (Voisin, 1974).

    Para ver la primera parte (aquí)
    Para ver la segunda parte (aquí)
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    André Voisin. 1974. Productividad de la hierba.  Editorial Tecnos. Madrid. España. Cuarta reimpresión. Primeroa edición 1962. 499p.